sábado, 2 de abril de 2011

Hydrangea - la famosa -Hortensia-

La hortensia (Hydrangea sp.) es un arbusto caducifolio de climas con inviernos suaves, perteneciente a la familia de las saxifragáceas, cuyas variedades más significativas se caracterizan por tener flores dispuestas en inflorescencias en forma de cabezuelas (cimas umbeliformes compuestas).
Comúnmente se le conoce como planta de maceta, pero en las regiones húmedas de España es más conocida como arbusto de jardín ampliamente distribuido, sobre todo en la costa norte.
De cualquier modo, la hortensia, teniendo unos mínimos de cuidados, se puede dar en cualquier parte de España, exceptuando las zonas del interior donde por el crudo frío invernal no se podrían obtener flores.

Las flores de la hortensia se desarrollan a partir de yemas formadas el año anterior, es por esto que la poda debe anticiparse todo lo posible, realizándose justo al finalizar el período de floración. Lo más aconsejable es hacer una poda, dejando las ramas a unos 30-40 cm del suelo, para que sobre esa estructura se desarrolle cada año.

Este género comprende unas 90 especies. Es un arbusto redondeado y compacto nativo del Japón, que llega a tener alturas comprendidas entre los 1,5 y dos metros. Los vástagos del año alcanzan desarrollos de más de un metro en el tiempo que media entre el arranque de las yemas y la apertura de las flores. Presenta tallos cilíndricos poco leñosos. Las hojas son opuestas, ovales, dentadas y acuminadas. Se trata de una planta rústica, aunque los botones florales hielan con relativa facilidad y requieren una temperatura de unos 15 ºC para su formación
La hortensia no puede vivir a pleno sol todo el año (salvo en las zonas costeras del norte); deberá disponer de una sombra sobre todo en las horas centrales del día, y a ser posible que sea parcial. necesita grandes aportaciones de agua y humedad constante en el terreno o sustrato, pero éste debe tener un buen drenaje para evitar encharcamiento y así enfermedades de tipo criptogámicas y asfixia radicular.

Para obtener flores de coloración rosada, la fertilización de fondo debe ser rica en nitrógeno y fósforo y pobre en potasio, mientras que si se desean flores azules, será rica en potasio y pobre en nitrógeno y fósforo.
Además, la floración azul requiere el aporte de abonos acidificantes tales como: sulfato amónico, nitrato amónico, sulfato potásico, etc. También se puede añadir sulfato de aluminio si las medidas anteriores son insuficientes.
La coloración rosa se conseguirá con abonos alcalinos: nitrato de calcio y, en menor medida, nitrato cálcico.


sotogarden 04/2011infoagro